- El cuerpo sabe lo que hace. Y muy bien. Cuando algo, aunque aún no se pueda ver o sentir, no funciona o no está en el estado en el que debería, lo manifiesta.
- El estado emocional, el día a día, lo que sentimos y cómo lo gestionamos tienen un efecto real sobre la boca y los dientes. Hoy queremos hablarte del estrés, que suele estar con nosotros aunque a veces puede pasar desapercibido… pero que puede dejar huellas más allá de a nivel mental, también en tu sonrisa.
¿Tienes dudas…?
Si prefieras hablar con un dentista, no te preocupes, estamos a tu disposición.
Cómo el estrés afecta a la boca y a los dientes
Cuando vivimos situaciones de tensión prolongada, ya sea en el trabajo, en casa, con estudios, por preocupaciones personales, nuestro cuerpo se activa. Se liberan hormonas como el cortisol y la adrenalina, y se inicia un estado de alerta que, aunque en algunos momentos nos ayuda, si se mantiene mucho tiempo se vuelve perjudicial. En la boca, esto se traduce en varios efectos:
- Reducción de la producción de saliva, lo que altera el pH bucal y favorece caries y problemas de encías.
- Contracciones y tensión muscular (mandíbula, cuello) que pueden desencadenar dolores, desgastes o problemas de articulación.
- Alteraciones de las defensas inmunitarias locales, lo que hace que heridas como aftas tarden más en cicatrizar.
Vamos a ver algunos ejemplos concretos.
Bruxismo, aftas, sequedad bucal, inflamación de encías
- Bruxismo: rechinar o apretar los dientes durante la noche (o incluso despierto) suele estar muy ligado al estrés. Esa tensión inconsciente provoca desgaste dental, dolor mandibular, dolores de cabeza tensionales, incluso roturas dentales si no se trata a tiempo.
- Aftas: esas pequeñas ulceraciones que aparecen en la boca pueden estar asociadas a estados de estrés. Cuando nuestras defensas bajan o el tejido bucal está sometido a microtraumas (al morderse el labio, la mejilla…), se tornan más frecuentes.
- Sequedad bucal (xerostomía): menos saliva no solo molesta (sensación de boca seca, dificultad para hablar, tragar o saborear) sino que favorece que bacterias “buenas” se desbalanceen, suban los riesgos de caries, mal aliento…
- Inflamación de encías: encías que sangran, que están más sensibles, inflamadas. En situaciones de estrés, sumadas a una higiene bucodental no perfecta, la enfermedad de las encías puede progresar más rápido.
Señales bucales que podrían estar indicando estrés crónico
Muchas veces no relacionamos ciertos síntomas con el estrés, y vamos al dentista diciendo porque sentimos dolor en la mandíbula, o porque ha partido una muela. O porque notas que las encías se están retrayendo, entre otros casos. Y esto, sin sospechar que puede haber un trasfondo emocional o de tensión constante.
Así que si notas alguna de estas señales que te contamos a continuación, pide cita en nuestra clínica dental en Murcia o en nuestra clínica dental en Elche, para valorar tu caso sin coste.
Dolores mandibulares, fracturas dentales, encías retraídas
- Dolores mandibulares: molestias al abrir o cerrar la boca, ruidos en la articulación temporomandibular (ATM), incluso dolor de oído o cuello. Todo eso puede indicar que estás apretando los dientes o sufriendo estrés muscular constante.
- Fracturas dentales o microfisuras: si notas que un diente se astilla, se fisura, o que se desgasta mucho la superficie de mordida, podría deberse al bruxismo. No es raro en pacientes que, sin saberlo, apretan mucho al dormir o tienen tensión acumulada.
- Encías retraídas: cuando las encías comienzan a bajar, dejando ver la raíz del diente, o los dientes parecen más alargados de un lado que de otro, se puede deber a cepillados agresivos, pero también a una inflamación crónica, cambios hormonales, y sí, al estrés continuado que debilita la respuesta inflamatoria de los tejidos periodontales.
Consejos para controlar el estrés y proteger tu salud bucodental
Si estás en un periodo de mucho estrés, en Clínica Ruiz Estrada, además de tratar los síntomas, te recomendamos que hagas un seguimiento posterior. Porque apostamos por la prevención y queremos acompañarte para que mantengas una boca sana a lo largo de toda tu vida.
Te dejamos algunos consejos que, en combinación con tratamientos dentales si los necesitas, pueden ayudarte a tener una mejor calidad de vida.
Rutinas de relajación, férulas, apoyo psicológico
- Rutinas de relajación: yoga, mindfulness, respiración profunda, meditación guiada, paseos al aire libre, deporte suave… Todo lo que te ayude a liberar tensión física y mental. Dedica unos minutos al día para desconectar conscientemente.
- Buenas noches de sueño: dormir bien ayuda a que el cuerpo regule mejor las hormonas del estrés. Intenta horarios regulares, evita pantallas al acostarte, cenas ligeras.
- Higiene bucodental cuidadosa: cepillado suave pero eficaz al menos dos veces al día, uso de hilo o seda dental, y revisiones periódicas con el dentista. Si el estrés te ha provocado algo de sensibilidad o problemas iniciales de encías, no lo dejes para después.
- Férulas de descarga: si ya existe bruxismo, una férula hecha a medida puede marcar la diferencia. Protege los dientes de los desgastes nocturnos, alivia la mandíbula y ayuda a prevenir fracturas. En Ruiz Estrada contamos con férulas adaptadas que usamos precisamente para esto.
- Apoyo psicológico: si sientes que el estrés es muy intenso o crónico, hablar con un psicólogo o terapeuta puede ser clave. A veces el origen del malestar emocional no lo vemos, pero con apoyo profesional se pueden cambiar patrones que afectan también a la salud bucodental.
Si sientes que el estrés está dejando huellas en tu boca, ya sea con dolor, molestias, sensibilidad, cambios en las encías, es momento de priorizar una visita al dentista. Pide cita con nuestros odontólogos, en Murcia o en Elche, para hacer una evaluación personalizada.
¿Dónde puedes encontrarnos?


Revisaremos juntos tu caso, te explicaremos lo que está ocurriendo, y te ofreceremos soluciones adaptadas a tu caso, como férulas, tratamientos de encías, seguimiento, consejos de higiene personalizados, y todo lo que necesites para volver a sonreír sin tensiones.
¡Te esperamos en Clínica Ruiz Estrada!



