La seda dental es la gran olvidada en nuestro proceso de higiene bucal. ¡Y no debería ser así en absoluto! Aunque dé pereza utilizarla o te parezca una tontería, si te decides a usarla notarás un antes y un después en tu dentadura. Sigue leyendo para descubrir cómo usar la seda dental.
¿Por qué usar seda dental?
Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), un 49% de la población declara que utiliza regularmente la seda dental en su limpieza diaria. Aunque es una tendencia al alza, queremos recalcaros los beneficios que nos reporta su utilización.
En primer lugar destacamos, evidentemente, el hecho de que la seda dental es la mejor arma para eliminar los molestos restos de alimentos que se nos quedan entre los dientes. Si eres un buen carnívoro o vas mucho al cine y le das a las palomitas, sabrás de lo que te estamos hablando y de lo incómodo que resulta.
La seda dental es además una gran aliada para combatir la placa, en consecuencia, estaremos actuando para combatir las caries y las enfermedades periodontales como la temida gingivitis.
Ayuda a controlar el mal aliento, ya que si la usamos, no habrá restos de alimentos que puedan ocasionarlo.
Al ayudarnos a limpiar tan en profundidad nuestros dientes y encías, tendremos una boca más sana.
¿Cómo usar la seda dental correctamente?
Usar la seda dental es rápido y sencillo, ¡no hay excusa que valga! Estos son los pasos y técnicas que tienes que seguir para conseguir una buena limpieza de boca gracias a tu seda dental:
Lo primero que debes hacer es cortar un buen trozo de seda dental, bastará con unos 50 centímetros.
Después, enrolla los extremos en el dedo corazón de cada mano, para así dejar los dedos pulgares e índices libres para manejar la seda dental. Deja que en uno de los dedos corazón esté casi todo el hilo, de manera que conforme se vaya ensuciando puedas desplazarla fácilmente hacia la otra mano, evitando así limpiarte con hilo ya utilizado.
No metas el hilo entre tus dientes del tirón, ve dirigiéndolo hacia la encía realizando leves movimientos en forma de vaivén o zig-zag. Haciéndolo de esta manera, no realizarás movimientos bruscos y por tanto no lesionarás tus encías.
Cuando la seda dental llegue a la encía, rodea el diente por ambos lados por detrás, en forma de C. Con suaves movimientos, tira de un lado y de otro para eliminar toda la placa y suciedad.
Repite el proceso en todos los dientes.
¡Y así de fácil! Eso sí, ten mucho cuidado de no presionar muy fuerte sobre las encías ya que son muy sensibles y las puedes lastimar, provocando heridas y sangrado.
¿Cuándo utilizarla?
El uso de la seda dental debe ser un hábito diario. Es bueno automatizar su uso, que lo hagamos por inercia y sin pensar, tal y como nos cepillamos los dientes. Por ello, es bueno coger el hábito de usar seda dental desde la más tierna infancia.
Los expertos estiman que a partir de los cinco años es una buena edad para introducir el uso de la seda dental en los peques de la casa.
A partir de esa edad, debes hacerlo siempre. Es recomendable hacerlo una vez al día.
Elige qué momento te va mejor, suele ser por la noche, ya que estamos más relajados y sin prisas por llegar al trabajo o a clase. O bueno, si no paras en todo el día y estás deseando meterte en la cama, entendemos que prefieras hacerlo por la mañana, cuando estés bien despejado o después de comer. ¡Como quieras, pero hazlo! ¡Usa seda dental!
Ahora que sabes cómo usar la seda dental, esperamos que te decidas a usarla. Si a pesar de nuestros consejos sigues teniendo cualquier duda con respecto a este tema o cualquier otro, ¡no dudes en contactar con nosotros! En Clínica Dental Ruiz Estrada Murcia o Elche estaremos encantados de ayudarte.
